Como venimos diciendo y mostrando desde hace muchísimo tiempo, los bootlegs toys se han convertido en una de las mejores representaciones artísticas de los tiempos que corren gracias a que es un medio ideal para la creación de figuras propias y la utilización y reinterpretación de iconos de la cultura pop en fantásticos mashups que pueden unir mundos muy disimiles o bien, resignificarlos conceptualmente.
En nuestro país y como ya hemos dado cuenta en varias ocasiones, hay un talentosa escena de creadores de bootlegs toys que ya lleva más de una década desarrollándose y sumando nuevos bootlegers como Dystopian, el alías bajo el cual el diseñador gráfico, docente tipográfico e ilustrador Diego Schtutman presenta sus fantásticas creaciones.
Las figuras de Dystopian se inscriben en la notada idea del mashup de cultura pop con gran presencia de personajes de la saga galáctica más famosa y lucrativa…Star Wars, que por su penetración cultural y galería de caracteres se presta muy bien para el bootlegismo. Así podemos encontar bootleg toys que unen a Robocop con el eterno compañero de Batman…Robin, el poderoso Darth Vader presentado como un droog del film A Clockwork Orange, un homenaje al film de culto THX1138 de George Lucas y en algunos, una bienvenida inspiración de corte local como pueden ver en las imágenes sobre estas líneas o en la cuenta de Instagram de Dystopian, a través de la cual pueden contactarlo quienes esten interesados en adquirir sus geniales bootlegs.
Para conocer un poco más de su trabajo, contactamos a Dystopian para hacerle un puñado de preguntas cuyas respuestas pueden leer aquí abajo.
Pop life!
Donde comienza tu interes en los “juguetes”? Como llegaste al mundo de
los bootlegs y empezaste a crear los tuyos?
Nunca fui de coleccionar, volví de a poco a los juguetes por mi hija, compartiendo con ella. Hace 2 años en una feria de coleccionismo descubrí lo que hacían los amigos de Milonga Customs y me quedaron rebotando en la cabeza esas “figuras de personajes que no tienen figuras”.
Empecé a explorar el tema, mirar mucho y experimentar. La mayoría arranca modificando figuras y después sigue con los moldes de silicona+resina. En mi caso, me quedé instalado en la intervención. Y tuve un segundo clic cuando hice “Alice in VaderLand”, fue la primera vez que mezclé los personajes enteros, incluyendo nombre+cartón+figura.
Nos podes contar un poco como se te ocurren tus figuras y como es el
proceso de fabricación?
Es muy lúdico todo. Compro figuras todos los fines de semana en ferias. Hay algo de intuición, porque no busco para una idea específica, rescato piezas singulares lo más icónicas posibles. Buena parte de las ideas surgen probando combinaciones entre esas figuras. Ir intercambiando cabezas hasta decir “acá hay algo”. Tanto la feria como el paseo de partes, son un ejercicio de feliz serendipia.
La “fabricación” es artesanal y raramente hago más de uno. Admiro mucho a los toymakers, por la paciencia y dedicación que implica producir tiradas de 10, 20 figuras. A mí me gana la ansiedad y las ganas de seguir con la próxima idea.
Mis figuras las armo 95% de las veces uniendo cabeza con algún cuerpo, ya sea encastrando, con pegamento o imán. Después pinto con aerosol o marcadores acrílicos, y en algún caso, sumo/corrijo un detalle en masilla epoxy. Los blisters los compro de a cien. No hay mucho glamour ahí.
Los nombres vienen en general más cerca del final del proceso, aunque hay encuentros que se vuelven relevantes, y pareciera que partió de ahí la idea. Ayuda mucho conocer el universo de los personajes sobre los que trabajás, y al menos para mí, es de las partes más entretenidas.
Lo otro es diseñar el cartón, que resulta tan o más importante que la figura, forman una unidad. Un yeite es, a veces, empezar por ahí: encontrar imágenes bellas y componer una figura que reproduzca lo esencial de la imagen, o que simplemente acompañe. Tengo demasiadas carpetas con imágenes que esperan figuras.
La mayoría de las veces el diseño es posterior a la figura, y me apoyo mucho en lo que encuentro. No me enrosco en mi visión, trato de reformularla si se complica. De un tiempo para acá, me permito editarlas más cuando me entusiasma y veo que ayuda a la propuesta.
Considerarías como una herramienta de trabajo una impresora 3D?
De una! En cuanto mi taller (2m² en la esquina del living) se convierta en un espacio más amigable, pienso incursionar directo en la de resina. Se me ocurren formas de aprovecharla, sin perder las partes “azarosas” y ricas del proceso. Estoy seguro que gradualmente las 3d de resina estarán presentes en cada taller.
Dentro mundo de los art toys que cosas/diseñadores/creadores te gustan?
Valoro el virtuosismo en lo material, por ejemplo los zarpados HealyMade y el argentino Multiversity. Pero me entusiasma más cuando las figuras se usan para hablar de otras cosas.
Sucklord empezó todo. Es imposible hacer esto y no admirarlo, rompió la función lineal del cartón de presentar un personaje y lo convirtió en crítica, denuncia, reflexión, humor, etc. Más allá de él y otros clásicos fundadores, sigo toymakers de todo el mundo en esa línea: Ben Gore, Pendragon, Dziad_ostwo, Plastic_cheez, por nombrar algunos. También hay una coleccionista polaca, artwarscollection, que tiene una mirada muy afín a lo que me interesa.
Igual de groso es lo que hacen los argentinos. Yo caí muy tarde y me voló la cabeza ver todo lo que ya habían hecho en estos años Kalaka, los Resin Boys (Kosmo, Legion, Facker y Multiverse), Bombermat, Trucho Toys y Punk&Pop.
Como ves la escena local? Sabemos que hay una pequeña, digamos, comunidad de gente alrededor haciendo bootlegs. Nos contas como es el “mercado”? hay un publico? las compras que recibís son mayormente locales o más del exterior?
Soy muy nuevo en la escena, estoy conociendo a los toymakers (en vivo o por IG), y por suerte, siempre me devuelven buena onda. Talento sobra, hay alianzas muy piolas y propuestas distintas. Pero a pesar de las buenas intenciones, no creo que haya “comunidad toymaker” todavía, al menos no como se ve en otros ámbitos.
Eso hace que la pregunta del mercado sea una percepción muy sesgada, y no siempre extrapolable al resto.
Personalmente arranqué con más intención de mostrar lo que hacía que de vender, y pensando más para el exterior que para Argentina. Instagram es una herramienta potente y postear seguido material diverso ayuda a aprender sobre tu público.
Después, depende de la expectativa si es mucho o poco lo que vendés. Mis ventas están bastante parejas entre Argentina y el exterior. Solo me rompió la estadística un polaco que me compró 30 figuras en dos tandas, pero fue un eclipse, nomás.
Si pienso exclusivamente desde el negocio, siempre reditúa más vender al exterior, cobro el doble o más por cada figura. Pero al menos a mí, después del par de ferias que pude hacer (pre-pandemia) y charlar con quienes veían mis figuras, me dieron muchas ganas de evangelizar acá también. Hay un montón por hacer.